Mi hogar solo tiene dos paredes y un techo tan alto que nunca podre tocar, no hay puertas de entradas y son tantos los visitantes efimeros que no los podria contar. Por lo general no hablo con elllos y ellos por lo general no me ven, quizas por que no quieren o tal vez sea que estan muy ocupados con sus problemas, esos que yo deje de tener cuando lo perdi todo, cuando me mude aqui.
Ahora que no tengo nada observo las cosas de manera diferente, ahora la linea que marca el limite en donde comienzan los problemas esta tan lejos que ya casi no recuerdo lo que era tenerlos.
Ya no cocino, ahora vivo de la caridad de aquellos que ven en mi la manera de redimir sus almas, se acercan temerosos y me ofrecen las sobras de lo que fue su alimento.
Desde mi nuevo hogar veo como pasa la vida a mi alrededor y nada mas, perdi conexion con el otro mundo al que perteneci hasta no hace mucho, me olvide de los horarios, de los impuestos, de las obligaciones y de tantas otras cosas que no recuerdo ya.
Aprendi a disfrutar de la salida y la puesta del sol, es mas nunca antes las habia visto pues estaba ocupado con un monton de nada, esa nada que come tu tiempo solo por que uno no tiene la capacidad de disfrutar lo bello que tiene la vida.
En este lugar ahora tengo amigos que estan conmigo por que quieren, no tengo nada que ofrecerles salvo compania, ellos no hablan pero su mirada y esa manera de dar cariño lo dice todo.
En mis nuevos amigos encontre el significado de esa palabra y me han demostrado una fidelidad que dificilmente un ser humano pueda tener para con uno, me dan su abrigo en las noches de frio, me dan su cariño y compania en esta nueva vida y me dan la posibilidad de ser importante para alguien mas.
Asi sigue mi vida, esta que pario la nada y que le dio sentido.
6.4.06
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